En la industria, es necesario utilizar la ciencia como una aliada para crear productos y procesos. Sin embargo, a veces la naturaleza juega en contra de industria y de nuestro día a día, por lo que los ingenieros y diseñadores han desarrollado maneras de prevenir la corrosión en metales.
La corrosión es un proceso químico que se forma naturalmente en el metal debido a agentes como el oxígeno, la humedad, la exposición a altas temperaturas y rayos UV, entre otros. La presencia de corrosión en metales puede ser catastrófica y muy costosa, por lo que es importante prevenir su aparición. Existen distintos tipos de corrosión, como la galvánica, por erosión, bacteriana, electroquímica o atmosférica.
5 métodos para prevenir la corrosión
Prevenir la corrosión en metales se ha vuelto una tarea indispensable, por lo que aquí te presentamos 5 métodos y técnicas efectivas para aplicarse de manera inmediata.
Recubrimientos
Como su nombre lo dice, los recubrimientos son capas que protegen las estructuras de la exposición a la intemperie y de otros agentes que generan corrosión en metales. Estos recubrimientos pueden ser de dos tipos: los no metálicos y metálicos.
Los recubrimientos no metálicos incluyen las pinturas y barnices, así como esmaltes cerámicos y otras recubrimientos más efectivos, como LINE-X, que una vez aplicado, se crea una armadura protectora que evita la formación de corrosión en metales, inhibiendo por completo el paso de la humedad, la formación de hongos, el daño por abrasión y el daño de otros agentes químicos.
Por otro lado, los recubrimientos metálicos varían según su aplicación, como lo puede ser la inmersión en otros metales fundidos (como el estaño, zinc, aluminio o plomo), el cromatizado o la fosfatación.
Sustitución de materiales
En algunos casos, la mejor forma de prevenir la corrosión en metales es cambiar esas piezas por otras de otro material, como lo puede ser el plástico, el concreto o la fibra de vidrio.
Existen plásticos como el PVC, CPVC o el polipropileno, entre otros, que fueron desarrollados para resistir la corrosión, el calor, humedad, impactos e incluso químicos dañinos. Gracias a estas características, algunas piezas metálicas pueden sustituirse, mas no siempre será el caso de muchas estructuras que requieren la resistencia del metal.
Modificación del entorno
Bajo la premisa de que la corrosión en metales se genera en gran medida por las condiciones del ambiente, una forma de prevenirla es cuidar que en el entorno no existan factores de corrosión.
Cuidar que la temperatura no sea elevada ayudará a que las reacciones químicas sean más lentas y la corrosión no sea tan sencilla de formarse. De igual forma, la corrosión en metales se puede prevenir si se elimina el oxígeno de las soluciones acuosas o reducir la concentración de iones corrosivos en el electrolito que puede sufrir corrosión.
Oxidación controlada de las superficies
En ocasiones, puede prevenirse la corrosión en metales generando oxidación a propósito, para formar una capa protectora.
Para que esta técnica funcione, es necesario crear una capa de óxido con un volumen casi igual al del metal donde se formó. Así, dicha capa de óxido será uniforme e impermeable, impidiendo el paso de la corrosión en el metal.
Sin embargo, de presentarse fisuras o desprendimientos de la capa protectora, el metal podría quedar expuesto y continuar su corrosión.
Protección catódica y aplicación de corriente eléctrica
Estas técnicas de prevención para la corrosión en metales se utilizan comúnmente en conducciones subterráneas con tendencia a sufrir corrosión electroquímica. La protección catódica requiere instalar otro metal en contacto con el metal que se busca proteger. Al primero se le llamará ánodo de sacrificio, el cual es más electronegativo y por lo tanto se oxida primero.
Una variación es el de la protección por aplicación de corriente eléctrica, donde se aplica una corriente eléctrica entre ambos metales que incrementa el paso de electrones libres.
Ahora que ya sabes de qué forma puedes prevenir la corrosión en metales, ¿por cuál te vas a decidir?