La corrosión es el peor enemigo de cualquier estructura metálica, porque puede poner en riesgo su integridad y la de las personas. Considerando que el acero es uno de los elementos más utilizados en la construcción, la corrosión en estructuras metálicas puede suponer un riesgo de protección civil muy grave si no se atiende correctamente.
La corrosión es un proceso químico que ocurre naturalmente, en el cual los materiales se van deteriorando en el ambiente que los rodea. En este caso, el metal se deteriora con la presencia del oxígeno y la humedad. Para que la corrosión ocurra es necesario que primero exista la oxidación, que puede tardar varios años en presentarse, pero una vez que ocurre ya no hay manera de resolverlo: si el metal está dañado, se deberá reemplazar.
Existen diferentes tipos de corrosión, dependiendo de los factores que la provoquen. Podemos enlistar al menos 6 tipos de corrosión:
Corrosión bacteriana
Este tipo de corrosión de estructuras metálicas se presenta cuando hay microorganismos que aceleran el proceso de corrosión y oxidación. También puede considerarse como acuosa, porque se presenta en casos donde el contacto constante con el agua, como en barcos, hace sus estragos.
Corrosión galvánica
Esta podría decirse que es la corrosión de estructuras metálicas más común. Se presenta cuando dos metales diferentes –uno activo y otro noble- están en contacto y hay flujo de electrones entre ellos a través de un medio electrolítico o húmedo. Un tornillo de acero inoxidable y una placa de acero galvanizado pueden generar este tipo de corrosión.
Corrosión por erosión
Se produce cuando el movimiento constante de un agente corrosivo, como puede ser el agua, acelera los efectos dañinos y destructivos de la corrosión.
Corrosión química
Este proceso sucede cuando se expone, por ejemplo, una superficie metálica limpia a la acción de un medio no iónico, como el oxígeno, el cual hará reacción formando óxidos.
Corrosión electroquímica
Ocurre cuando hay un transporte de electricidad por la combinación de hierro y otros elementos, la cual genera corrosión en estructuras metálicas.
Corrosión atmosférica
La agresividad del medio ambiente sobre las estructuras metálicas producido por la industria o condiciones adversas.
La corrosión se puede prevenirse con un recubrimiento como el de LINE-X sobre superficies metálicas. Este tipo de recubrimiento evita el contacto del metal con el oxígeno y la humedad, los cuales son factores clave en el proceso de la corrosión. Otros recubrimientos o pinturas anticorrosivas pueden durar hasta 10 años, pero una sola aplicación correcta de LINE-X puede durar muchos más años bajo condiciones adversas y de uso rudo, dándole una vida más amplia a las estructuras metálicas. Envíanos un mensaje aquí si necesitas asesorarte, estamos listos para ayudarte.
